El rompecabezas de la vida
El rompecabezas de la vida
6 piezas, un hermoso mensaje
Lic. Maynor Salguero
Ministerio Llamados a Servir
Guatemala
Introducción: Me encantan los rompecabezas, cuanto más piezas tenga mejor. El tiempo pasa con velocidad pero la emoción nos embarga esperando ver el cuadro completo. La felicidad llega al poner la última pieza con la dicha de completar el cuadro, ver la imagen y disfrutar del final de una hermosa tarea. Hoy tengo un cuadro con menos piezas pero no por ello menos importante. Un rompecabezas de la vida, seis piezas con un hermosos mensaje: “Hemos sido llamados a ser padres por siempre”. El único título que recibimos antes de cursar la carrera es la de ser padres. Se hace muy importante la pregunta: ¿Cuáles son las etapas en la vida que debe recorrer un padre? ¿Cuáles son las tareas a realizar en cada edad de sus hijos? Permitan que les muestre las piezas y luego el cuadro al final.
PROTEGEMOS
La llegada del bebé y los hermosos primeros 3 años son un reto para todo padre. Con sus ojitos viendo a papá y mamá el pequeño es tan vulnerable, tan frágil, tan necesitado de protección. Y es que la primera tarea durante estos años es precisamente cuidar de su integridad física y su integridad emocional. Durante la primera etapa de su vida que es cuando descubre que crece, también va descubriendo los miedos, las alegrías y la maravilla del amor. Los más intensos eventos emocionales que afectaran su vida positiva y negativamente ocurren durante esta etapa que es precisamente la que no recordarán. Por ello hay que protegerlos precisamente cuando no pueden hacerlo por sí mismos.
CUIDAMOS
Desde los 4 años hasta los 6 años – Cuidamos el fundamento
Colosenses 3:21
Carritos, muñecas, colores, juegos y alegría son lo mejor de esta etapa. Una imaginación maravillosa, una mirada limpia y una confianza absoluta en sus padres son parte de esta etapa. Es aquí donde encaja la segunda pieza de nuestro rompecabezas de la vida. Nuestros hijos en esa etapa de la vida ya realizan muchas actividades y muchas de ellas sin medir el peligro, ellos saben que papá y mamá están allí cuidándolos. Expuestos al mundo que no conocen, ven películas, escuchan programas infantiles que no siempre son los mejores, conocen personas que pueden ser un riesgo. Empezando a caminar y crecer en la vida necesitan de sus padres. Por ello siendo tan inocentes es trascendental cuidarlos cuando están tan expuestos al peligro.
FORMAMOS
Desde los 7 años hasta los 9 años –Formamos su carácter
Deuteronomio 6:6-9
La escuela, sus amigos, sus juegos, las nuevas experiencias y todo un nuevo mundo frente a ellos nos reta en esta parte de la vida. La vida ahora es un mundo de posibilidades donde nuestros hijos reciben las lecciones que les van a acompañar en la vida. La honestidad, el respeto, la honorabilidad, la sinceridad, la paciencia, decir la verdad, etc. Se van acumulando en su mochila de virtudes que debe agregar para ser un hombre o una mujer de bien. Es aquí donde nuestra tarea como padres es tan importante. Esta pieza es clave. Debemos usar toda nuestra capacidad, experiencia y corazón para formar en ellos la estructura que les ayudará a llegar lejos y tomar decisiones acertadas. La vida solo nos dará una oportunidad de formación, no la desaprovechemos. Formarlos es la herencia de vida de mayor valor, por ello es ineludible la tarea de formarlos.
INSTRUIMOS
Desde los 10 años hasta los 12 años –Instruimos para independencia.
Efesios 6:4
Como si fuera un suspiro de tiempo, la vida se escapa con una velocidad inusual. Como nada una decena de años se han diluido en el tiempo. Nuestros hijos están llegando al final de la niñez y con ello la suma de la protección, cuidado y formación nos da las herramientas necesarias para la cuarta pieza. Esta pieza encaja muy bien si tenemos las otras tres, porque las tres dan la base para poder instruirlos. La instrucción es el caudal de conocimientos adquiridos. Con 10 años de vida nuestros hijos ya tienen una base desde donde pueden empezar el camino de conversión para convertirse en hombres o mujeres de bien. Desde este momento en adelante la instrucción se vuelve parte de su vida y nos toca a nosotros como padres usar todo este caudal para ayudarles. Nuestros hijos necesitan graduarse de la escuela de la instrucción y eso se hace solo cuando tenemos día a día lecciones para enseñarles; por ello no debemos evitar la instrucción.
ACONSEJAMOS
Desde los 13 años hasta los 18 años – Aconsejamos para decisiones
Salmo 78:4
Los juguetes se han guardado para el futuro, las piñatas ya no son un atractivo, ya no pueden jugar en el área de niños, las canciones infantiles han sido substituidas por algo que se llama música juvenil que no comprendemos, ni nos agrada. La vida ha dada un salto a otra realidad. Nuestros hijos han cruzado por la frontera del no retorno. El rompecabezas casi se completa. La pieza que nos toca colocar se repetirá una y otra vez a lo largo de los años. Aconsejar, proveer palabras sabias en momentos difíciles. Es en esta etapa de la vida que empezamos a cosechar lo sembrado a lo largo de los años. Nuestra principal tarea ahora será tener palabras sabias para dar ese consejo oportuno que ellos necesitan. Ya no podremos tomar las decisiones por ellos, ya no podremos correr los riesgos por ellos, ya no podemos evitar que recorran por el camino de la vida. Lo único que nos queda es aconsejarlos. Por ello se hace tan importante usar el consejo oportuno, la palabra sabia, la sabiduría de la vida.
ACOMPAÑAMOS
Desde los 19 años y durante la vida – Acompañamos sus vidas
Proverbios 17:6
Cuando el rompecabezas tiene casi todas las piezas integradas, casi podemos ver el cuadro terminado. Solo queda disfrutar de verlo una y otra vez al estar completo. La última pieza completa el trabajo y estamos listos para disfrutar de fin de una faena realizada. Lo único diferente en este ejemplo del rompecabezas es que la pieza final nos llevará el resto de la vida colocarla. La última de las tareas es acompañar a nuestros hijos por la vida. ¿Cuántos años? No lo sé; pero este acompañamiento nos dará alegrías, lágrimas, retos, sinsabores, profundas satisfacciones pero sobre todo la dulce alegría de la compañía y la hermosa vista de un rompecabezas que nos recuerda que somos y seremos padres por siempre. ¡Qué maravillosa tarea! Por ello es deleitoso y grandioso en la etapa final poder acompañarlos.
Conclusión: No se en qué parte del rompecabezas se encuentren en este momento, pero puedo garantizarles que vale la pena poner cada pieza y darle a nuestros hijos la oportunidad de formar sus vidas como hombres y mujeres de bien, temerosos de Dios y apartados del mal. Dios les bendiga.
El rompecabezas completo:
0 - 3 Protegemos
4 - 6 Cuidamos
7 - 9 Formamos
10 - 12 Instruimos
13 - 18 Aconsejamos
19 en adelante Acompañamos
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